¡Hola a todos! Aquí estamos un día más para hablar sobre viajes. Ya sabéis que viajar es una de mis mayores pasiones y, con el paso del tiempo, este blog se ha quedado más como un diario de viajes que otra cosa. Y oye, me encanta. Hace unos días estuvimos de excursión por el norte de Marruecos, por la región conocida como El Rif, y quería compartir con vosotros mi experiencia y todo lo que descubrimos por si algún día os sirve de utilidad. O simplemente por si queréis viajar un poco desde casa 🙂 Antes de nada deciros que nuestro viaje fue super express. En 2 días visitamos Tetúan, Tánger, y Chefchaouen. Al vivir en Marbella estamos muy cerca de Marruecos, así que aprovechamos el fin de semana que teníamos para visitarlo. Me hubiera encantado haber estado muchos más días, hay muchas cosas que no pudimos ver por falta de tiempo. Pero como primera toma de contacto con el país (he estado en otros países árabes pero nunca antes en Marruecos), me parece una buena opción y muy útil para organizar futuros viajes que espero que sean a sitios como Marrakech, Casablanca o Fez. Por lo pronto voy a contaros todo lo que hicimos y vimos en cada ciudad, os iré dejando las fotos preciosas que sacamos, y al final, como siempre, os dejaré algunos consejos y tips útiles de cara a organizar vuestra escapada. ¡Allá vamos!
TETUÁN
Salimos de Marbella dirección Algeciras para coger el ferry hasta Ceuta. Era la primera vez que me subía a ese ferry y estaba inquieta porque, por si no lo sabéis, me mareo hasta dado una vuelta sobre mi misma jajaja. Llegamos a Ceuta y fuimos hasta la frontera en autocar para finalmente llegar a Tetuán. Hasta 1956 fue la antigua capital del «protectorado» español en Marruecos, en algunas zonas, por los edificios y la estética, sientes que sigues en los años 50. De hecho, fue el plató de la serie «El tiempo entre costuras» por esto mismo. La medina de Tetuán, aún no siendo de las mas grandes de Marruecos, sí es de las mejores conservadas, y por ello fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Como buena medina que se precie, está llena de rincones, recovecos, callejuelas, escondites… ¡si te despistas, te pierdes! Pero también encontramos increíbles construcciones como el Palacio Real. Es residencia oficial de los monarcas marroquíes, y por eso no se puede visitar, es una pena, hay que conformarse con ver el edificio desde el exterior. En la plaza Moulay el Mehdi se puede encontrar todavía rastro de los españoles, es donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (como dato curioso, donde se casó mi tía en el año 58). Si vais a Riad Lfeddan, tendréis una increíble panorámica de la ciudad con todas las casitas de fondo. No podéis iros de Tetuán sin probar la comida típica, nosotros fuimos a un Riad (creo que se llamaba Riad Dalia) a probar el cous cous y estaba increíble.






TANGER
Nuestra visita a Tánger fue realmente MUY express. Aprovechamos una tarde libre para ir por lo que no tuvimos tiempo de ver mucho en profundidad. Pero sí de pasear por sus calles y descubrir sus curiosidades. De hecho es una ciudad llena de mitos y leyendas, de historias. Según la mitología, fue fundada por Anteo, el hijo de Neptuno. Anteo decidió poner el nombre a la ciudad en honor a su esposa: Tingis. Tánger al estar bañada por aguas atlánticas y mediterráneas ha sido invadida por occidentales y orientales. Desde romanos, fenicios, árabes y más recientes, a españoles, franceses, ingleses y portugueses. El lugar más céntrico de Tánger es la Plaza 9 de Abril, conocida también como el Gran Zoco. Se encuentra justo al entrar a la Medina. Es una plaza llena de bullicio, no para. Ahí también se encuentra el cinema Rif o la Mezquita Sidi Bouabid. Nos zambullimos en las callejuelas de la Medina e hicimos unas cuantas compras, para finalmente acabar el día tomando un té en uno de los cafés del centro. Por cierto, si vais a Tanger en coche podéis parar también en el Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules. El cabo es el punto donde se juntan el Atlántico y el Mediterráneo, hay un faro enorme en este punto. Y las cuevas son una creación brutal de la naturaleza ya que se dice que el hueco entre las rocas, tiene la silueta del mapa de África







CHEFCHAOUEN
El Pueblo Azul, sin duda el lugar que más me gustó de todo. La historia de Chaouen y de cómo se originó se remonta a Sidi Ali Ben Rachid, emir marroquí. Se enamoró de una joven noble española, Lalla Zhara, la cual se convertió al islam para finalmente casarse con él. Con la reconquista, regresaron a Marruecos y decidieron asentarse en una población bereber situada en la ladera de una montaña. El emir ganó influencia y poder en la zona y terminó fundando la ciudad que ahora conocemos. Pero, según cuenta la tradición, apenado de ver a su mujer triste por haber tenido que dejar su hogar, prometió que Chefchaouen se parecería a la ciudad natal de ella: Vejer de la Frontera. Y así fue. A día de hoy Chefchaouen y Vejer son ciudades hermanadas y las similitudes entre ellas son increíbles. Pero sin duda lo que más caracteriza a esta ciudad marroquí es su color azul. Todo el pueblo está pintado de azul. Según nos contaron los locales, es una tradición que trajeron los refugiados judíos. El color hace referencia al cielo azul que es un importante símbolo de libertad y es además el lugar en el que teóricamente se encuentra Dios. Aunque otros dicen que simplemente es porque el color azul ahuyenta las moscas jajaja. El centro neurálgico de la medina es la Plaza Uta al-Hamman, llena de restaurantes, tiendas de recuerdos, cafés… aquí mismo está la Alcazaba o Kasbah, construida en el siglo XVII la cual se puede visitar y pasear por sus murallas. También se encuentra aquí la Gran Mezquita con su impresionante alminar.


















Ahora lo miro todo y me pregunto cómo nos dio tiempo a ver tanto en tan solo dos días jajaja. Andando mucho y durmiendo poco sin duda XD Lo que si puedo deciros es que la primera toma de contacto con Marruecos ha merecido mucho la pena. Me sorprende estar tan cerca y no haber ido antes, pero más vale tarde que nunca, ¿no? 🙂 Os dejo aquí abajo como siempre mis consejos y tips para este destino, espero que os sirvan de utilidad. Muchísimas gracias por viajar conmigo, ¡un abrazo!
El transporte
Una forma rápida que utilizamos en el sur para llegar a Marruecos, es el ferry. Yo no soy muy amiga de los barcos, por eso nunca antes me había montado. Me sorprendió lo cuidado que estaba todo, el barco en el que fuimos parecía el Titanic jajajaja. Lo que es el viaje, dura poco, menos de una hora. Pero se pierden los mismos tiempos que en un aeropuerto y luego encima tienes que pasar la frontera «a pie». Conclusión: Si tienes la posibilidad de viajar en ferry porque te gusta o te apetece, hazlo, pero no hay gran diferencia en tiempo con el avión. Hay muchas personas que cruzan con su propio coche, obviamente para este caso tu única opción es el ferry. Yo no me mareé al final, es cierto que el barco es enorme, pero tomé precauciones por si acaso y usé mis pastillas para el mareo.
La frontera
Eterna. Al llegar a Ceuta tuvimos que ir en autocar hasta la frontera y desde ahí lograr pasar a Marruecos. Esto es un proceso que en un aeropuerto haces de manera automática, pero aquí es un descontrol importante. Tuvimos la suerte de ir con un guía local que conocía todo el sistema y de hecho, pasamos por delante de la gran mayoría de coches. Pero sino, había colas de 2-3 horas. He oido todo tipo de chismes de que si pones dinero en tu pasaporte pasas antes y demás cosas así… ni tengo idea de si esto es verdad y sinceramente, no voy a ir a comprobarlo XD Por eso para la próxima prefiero coger un avión y me ahorro los tiempos de la frontera aunque tenga que estar antes en el aeropuerto.
La comida
Tajines marroquíes, el pan Khubz (pan típico marroquí), sopa marroquí, cuscús, la Maakouda, dulces y té marroquíes… Todo lo que tenéis que probar si o si en vuestra escapada a Marruecos (nosotros lo comimos todo jeje). Una buena opción es buscar restaurantes tradicionales, muchos de ellos son también hoteles, y disfrutar ahí de estos manjares. Por ejemplo en Chefchaouen estuvimos en el Riad Hassan y, además de bonito, tenía una comida riquísima. Aprovechad y no dejéis nada por probar, el té marroquí por ejemplo es como que sabe diferente si lo tomas allí.
El clima y la vestimenta
Nosotros hemos ido, supuestamente, en el peor mes, Agosto. Cuando hace un calor insoportable. Pero la verdad que tuvimos muchísima suerte e hizo una temperatura genial, aunque sí que había bastante viento esos días e incluso por las noches refrescaba un montón. Dicho esto, no creo que sea necesario llevar una vestimenta diferente de la que llevarías en el sur de España en Agosto. De todas formas yo siempre que viajo a países arabes, meto un pañuelo largo en el bolso por si fuese necesario usarlo en alguna mezquita o sitio similar. Pero no he tenido ningún problema en esta ocasión. Supongo que en invierno la temperatura descenderá bastante, sobre todo en sitios más de montaña como es Chefchaouen, pero en lugares como Tánger o Tetuán creo que se deben mantener bastante bien.
Las excursiones
Como os he comentado antes, nosotros fuimos con un guía que nos fue indicando todo y ayudando en el proceso para entrar al país y para visitar los sitios. Esto ya es cosa de cómo nos sintamos cada uno. Visitar por nuestra cuenta el norte de Marruecos es totalmente viable, pero si no os apetece y preferís ir con todo totalmente atado, lo mejor es reservar algunas excursiones. Os dejo aquí algunas opciones que podrían iros bien:
· Excursión a Chaouen (Aquí)
· Tour privado por Tánger con guía en español (Aquí)
· Free tour por Tánger ¡Gratis! (Aquí)
· Tour gastronómico por Tánger (Aquí)
· El viaje organizado que nosotros cogimos (Aquí)
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